sábado, 28 de abril de 2012

Segundo año sin fumar

Se completan yá dos años de haber suspendido el maluco hábito de fumar, no siento ni la más mínima necesidad del vicio, hace ya mucho tiempo que ni siquiera pienso en las bondades que otrora me ofrecía.

Más bien he notado cambios drásticos en mi estructura circulatoria, y hay días en que mis pies se ponen rojos y se concentra allí la sangre, no hay dolor, ni malestar ni cansancio, solo procuro usar zapatos suaves, o el pie descalzo, y cuando el cuento se pone dificil golpeo mis pies con fuerza y los elevo un rato hasta que la circunstancia cesa.

Sigo mis hábitos de ejercicio y recién he implementado una nueva técnica métrica para compensar mis abusos alimenticios, se trata de lo siguiente, cuando como carne camino un kilómetro, cuando como carne y postre, camino dos y cuando igual hay traguitos de por medio entonces camino tres, y así procuro mantenerme.

Hago muchos ejercicios respiratorios a diario y levanto las extremidades, ya sean brazos o piernas al menos unas 3 veces al día y así bajo las molestias circulatorias,

No en vano fumé casi durante 40 años, eso pesa y pasa factura, afortunadamente el daño se ha ido revertiendo y cada día siento una más grande mejoría, jamás volvió por completo el sentido del olfato, pero si se aprecia mejor el olor de cada cosa.

Para nada me molesta sentir el humo de terceros aunque siempre pienso en a quienes hubiera podido afectar cuando fumaba, no doy consejos ni intervengo sino cuando me lo piden, procuro respetar el vicio de cada quien, pero mientras pueda aportar mi granito de arena por este medio lo haré sin reparos. 

Básicamente puedo decir que el cigarrillo hace mucho daño y aún pasados estos dos años sigue uno percibiendo las consecuencias, ojalá quién tenga voluntad pare y deje de enriquecer a las tabacaleras, es un vicio tonto y que daña silenciosamente, creeme nada le aporta a tú salud ni a nadie, espero te des cuenta a tiempo y tomes el control de tú vida de una buena vez.

Nunca volví a toser, ni siento carrasperas, aunque si a veces se me baja el volúmen de la voz, o siento que se me tranca la garganta, o se reseca o hay un leve malestar, generalmente tomando agua me pasa, pero confieso que no me he chequeado médicamente esa parte, esperamos y no sea nada del otro mundo.


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