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jueves, 17 de marzo de 2011

Reemplazos

Una de las cosas que aprendí en más de 30 años de fumador es que nuestra mente no debe buscar reemplazos para el cigarrillo, o se deja el vicio o se deja y punto final.

La única técnica efectiva que ví durante mi vida para dejar de fumar y que obra ipso facto en las personas es la hipnosis, en más de un caso lo ví funcionar efectivamente, de resto nada más fué util y no quiere decir que de plano vaya a descalificar todo, pero realmente tuve experiencias desagradables con muchos productos que para nada puedo recomendar.

No lo haré por varias razones, ya dije antes que fumar es un gasto idiota de dinero y por ende un vicio alternativo implica un mayor gasto, así que hay que ser lógicos aquí.

La mente del fumador es débil, uno se deja engañar estúpidamente y nuestra mente se cree el cuento que eso no nos hace daño, que necesitamos fumar y que dejar el vicio es algo dificil y complejo.

En mi caso probé los chicles de nicotina y son un caos, si masticas rápido hum es una sensación maluca, te dá mareo, ganas de vomitar y realmente no es un producto agradable ni fácil de usar, de igual forma los parches de nicotina, eso de la liberación gradual no tiene nada de cierto, lo simple es suprimir la nicotina de tajo y ya está.

Las boquillas ayudan a que entre menos cantidad de nicotina a los pulmones pero terminas con la garganta mala, por chupar de más.

Reemplazar el vicio por dulces es un engaño tonto que para nada funciona, terminas con mayor ansiedad, con más ganas de fumar y aparte engordar por el consumo de caramelos o con lios de azúcar.

Escucha a los demás, oyeles su quejas y reclamos y piensa en el daño que les ocasionas cuando fumas cerca, haz que tú mente se sienta culpable, y dale muchas razones para que rechace el vicio.

Realmente la única y real manera de dejar el vicio es la voluntad, es armarse de valor, tomar la decisión de no comprar ni uno más y comenzar a batallar contra el tiempo, hasta que la bendita necesidad termine dominada y sublebada por el rechazo, hasta que el paso de las horas, le indique a tú organismo que eres un idiota que estaba dominado por un vicio imbécil, perfectamente controlable y erradicable de tú vida.

Cuando finalmente dejes de fumar, dedica tiempo para que tú cuerpo se libere, haz ejercicios, estira los musculos, toma agua con gas para que las venas y arterias puedan escupir fuera de tú organismo la nicotina, utiliza con fuerza los pulmones, haz ejercicios respiratorios para adaptarlos a su nuevo estilo de vida, si puedes ir a nadar vé y atrevete a nadar bajo el agua, enseñale a tú sistema respiratorio su nueva forma de vida, sobretodo cuando comas, huele bien los alimentos y percibe las maravillas que te estabas perdiendo.




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